A todos nos ha pasado, y por eso, sabemos que mantenerse motivado para hacer
ejercicio puede ser difícil. Créenos: Lo mejor que puedes hacer es no rendirte. Vale
la pena cada segundo de ese recorrido diario en el que te vistes con tus pantalones
cortos y tu camiseta de entrenamiento, te pones tus tenis deportivos y sales camino
al gym.
Valen la pena incluso los minutos de espera hasta que la máquina o las pesas que
deseas usar se desocupen, y así cada día, hasta que empiezas a notar cómo tus
músculos se van calentando y te vas animando cada vez más.
Quizás te encuentres con otros amigos que también van al gym, y juntos se motivan
y se apoyan para hacer más repeticiones y levantar más peso, hasta que terminas
tu rutina y sientes la satisfacción del cansancio que resulta del trabajo realizado.
¡Eso se siente muy bien!
Pero, mantener la motivación y seguir yendo al gym, aún en días y momentos
difíciles, empieza desde mucho antes, con pequeñas acciones que puedes poner en
práctica de inmediato:
● Trázate metas alcanzables: No te propongas levantar pesas como si fueras
Hulk en tu primera sesión; eso solo te llevará a la frustración y al abandono.
Comienza con objetivos pequeños y alcanzables, como ir al gym tres veces
por semana o hacer 20 minutos de ejercicio cardiovascular. Luego, reconoce
tus progresos y aumenta gradualmente la dificultad de tus nuevos propósitos.
● Encuentra acompañamiento: ¿Tienes un amigo o familiar a quien también le
interesa ponerse en forma? ¡Haz que se una a ti en el gym! Tener compañía
de entrenamiento no solo te motivará a ir al gimnasio, sino que también te
dará alguien con quien compartir tus logros.
● Renueva tus rutinas: Hacer la misma rutina de ejercicios una y otra vez
puede ser aburrido y desmotivante. Prueba cambiando tu rutina cada cierto
tiempo para mantener las cosas interesantes y desafiantes.
● Celebra tus logros: Cada vez que alcances una meta o veas resultados,
¡celébralo! Ya sea con una cena saludable o comprándote un nuevo par de
tenis deportivos, es importante reconocer tus logros y recompensarte por
ellos.
● ¡No te rindas! Todos tenemos días en los que simplemente no queremos
hacer ejercicio o encontramos mejores cosas qué hacer, pero no permitas
que un día de flojera te desanime. Recuerda por qué comenzaste tu viaje
fitness y mantén tus metas en la mira. ¡Sigue adelante!
Definitivamente, el camino a la buena forma física y al bienestar general no es fácil,
pero con perseverancia y determinación puedes, no solo lograrlo, sino motivar a
otros con tu ejemplo. ¡Vale la pena!
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