Especialmente si nunca has practicado ejercicio o si no has tenido un acercamiento
con el mundo fitness, enfrentarte al primer día de gimnasio puede ser intimidante
pero, aún así, ese no es motivo para abortar la misión; ¡Al contrario!
Eso significa que venciste la pereza, los prejuicios y los miedos que son normales al
pensar en ir a un lugar en el que tú como decenas de personas buscan mejorar su
salud y lograr la apariencia que siempre han deseado.
En otras palabras, el primer paso está dado. Ahora, deberías enfocarte en los
cambios y en los beneficios que estás a punto de experimentar. De entrada, debes
saber que ir al gimnasio te ayudará a liberar endorfinas, lo que significa que te
sentirás feliz y con mucha energía después de una sesión de entrenamiento.
Con el paso de algunas semanas notarás, no sólo la pérdida de tallas y de peso;
también podrás percibir cómo duermes mejor, cómo mejora tu manejo del estrés y la
ansiedad y cómo, probablemente, sumas un par de amigos a tu círculo social que
comparta contigo el hábito de ejercitarse.
En conjunto, todo esto puede ayudarte a mejorar tu autoestima; es decir, a verte y a
sentirte mejor.
Pero, volviendo al punto, las primeras visitas al gimnasio te servirán para reconocer
el área y adaptarte al espacio, así que no te lo tomes demasiado en serio. Es normal
incluso sentirse torpe y fuera de lugar al principio, pero recuerda que todos han
pasado por lo mismo. Lo importante es mantener una actitud positiva y seguir
adelante.
Con esto en mente, ¡ponte en acción! Te ayudamos con los siguientes 5 consejos
para hacer una gran experiencia de tu primer día en el gimnasio:
● Empieza poco a poco: No quieras abarcar más de lo que puedes. Empieza
con un plan de entrenamiento sencillo y ve aumentando la intensidad con el
tiempo y bajo la supervisión del entrenador.
● Cuida tu postura: Asegúrate de hacer los ejercicios con la postura correcta
para evitar lesiones y maximizar los beneficios.
● Haz estiramientos: Antes y después de hacer ejercicio, es indispensable
estirar para calentar y enfriar tus músculos. Esto ayudará a prevenir lesiones
y a reducir la rigidez muscular.
● No te compares: Cada persona tiene su propio ritmo y nivel de habilidad. No
te compares con los demás y enfócate en tu propio progreso.
● Diviértete: Encuentra actividades que disfrutes y te motiven a seguir adelante,
por ejemplo, una clase de spinning o crossfit. Si te gusta lo que haces, será
más fácil mantener una rutina de ejercicio constante.
Como dijimos antes, lo más importante es empezar. No te desanimes si al principio
te cuesta o si sientes que no estás progresando lo suficientemente rápido; al
contrario, lo mejor de todo esto es que estás haciendo algo bueno por tu salud y por
tu bienestar. ¡Ánimo!
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