El cuerpo humano es una máquina increíble que puede hacer un montón de cosas,
incluyendo la práctica de ejercicio. Pero, cuando te ejercitas, básicamente le estás
dando un buen pellizco a tus músculos; es decir, los estás poniendo a trabajar duro
para que crezcan y se fortalezcan, lo cual puede ser realmente agotador.
Si haces ejercicio sin descanso todos los días, podrías provocar que tus músculos
nunca tengan la oportunidad de recuperarse completamente, exponiéndolos a
debilitarse e incluso a disminuir su rendimiento. Además, puede ser que sientas más
cansancio e incluso desmotivación.
Descansar después del ejercicio también ayuda a reducir el riesgo de sufrir lesiones.
Cuando los músculos están fatigados es más fácil que se lastimen, sobre todo si los
ejercitas de manera intensa.
Por eso es importante alternar el ejercicio con días de descanso, para que tu
musculatura pueda recuperarse para que sigas disfrutando de tus entrenamientos. Y
no, no nos referimos a que te quedes en la sala viendo televisión todo el día, pero sí
es recomendable tener actividades más tranquilas como caminar, estirar o
simplemente relajarte durante los días de descanso.
Así que, descansar es tan importante como ejercitarse. De hecho, es durante el
descanso cuando el cuerpo se recupera del esfuerzo realizado en el entrenamiento
y construye músculo, por eso, descansar lo suficiente es clave para lograr los
objetivos de transformación física que te hayas trazado.
Entonces, ¿cuántos días a la semana deberíamos descansar? Pues bien, la
respuesta no es sencilla, ya que depende de varios factores como la edad, el nivel
de actividad física y la intensidad del entrenamiento. En general, lo más
recomendable es descansar al menos un día de la semana.
Si eres principiante, es posible que necesites dos o incluso tres días de descanso
para recuperarte de forma adecuada, pero si eres un deportista o atleta avanzado,
puedes necesitar solo un día de descanso o incluso ninguno, siempre y cuando no
sobrecargues tus músculos.
Como dijimos antes, durante el día de descanso lo ideal es hacer actividades de
baja intensidad como caminar, hacer yoga o estiramientos suaves y, por supuesto,
dormir lo suficiente durante la noche. Con ello, contribuyes a mantener en
condiciones óptimas la movilidad y la circulación sanguínea de tu organismo y
favoreces la recuperación muscular.
Otro punto a tener en cuenta es que el descanso no debe ser siempre el mismo día
de la semana. Por ejemplo, si entrenas los lunes, los miércoles y los viernes, lo ideal
sería descansar los martes, jueves y sábado.
¡Tómate en serio los días de descanso! Logra tus objetivos de forma segura y
efectiva y disfruta los beneficios de tus hábitos saludables.
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