Fajas reductoras para hacer ejercicio

Fajas reductoras para hacer ejercicio

Las fajas térmicas pueden ser grandes aliadas para moldear la figura y reducir medidas cuando hacemos ejercicio, pero usarlas correctamente es la clave para que funcionen bien.

En este artículo te damos algunas recomendaciones acerca de cómo usar tu faja reductora con seguridad y para darle los cuidados necesarios para que no se deteriore con el uso.

En primer lugar, hablaremos acerca de los lineamientos de higiene, te recomendamos que antes de estrenar tu faja la laves y que tengas dos para poder alternarlas.

Se recomienda que cada vez que te ejercites, laves tu faja, por eso es buena idea tener 2. Las fajas se deben lavar a mano y se secan colgadas pues las secadoras generan mucho calor y esto las puede dañar.

Otra recomendación es que adquieras la talla correcta, una faja debe brindar una compresión firme pero cómoda. Usar una faja de talla menor puede dañar tu salud y con una más grande no obtendrás resultados.

¿Cuánto tiempo se debe usar la faja?

Si es la primera vez que vas a usar fajas, te sugerimos empezar por periodos de 2 a 3 horas como máximo, cuando te acostumbres, no la uses por más de 8 horas, tu cuerpo necesita tiempo sin ella para recuperarse.

Durante la noche, nuestro cuerpo realiza diversas funciones, por lo que no es buena idea dormir con una faja, a menos de que tengas una indicación médica para hacerlo.

Recuerda que las fajas sirven, pero sus resultados son más visibles y duraderos si los combinas con una alimentación saludable y una rutina de ejercicios diseñada especialmente para tu cuerpo.

También ten en mente que, si tienes la piel delicada o padeces algún tipo de alergia, usar una faja puede resultar en irritaciones, si es el caso, suspende su uso o consulta a tu médico para saber que tratamiento puedes seguir para aliviar las molestias y no afectar tus resultados.

Al usar faja para hacer ejercicio debes estar presente con tu cuerpo para detectar señales de alarma, no uses la faja si notas que no puedes respirar correctamente o si el roce resulta molesto.

De ser necesario, pide a tu médico o entrenador que te sugiera opciones de fajas para que puedas comprar la más adecuada para ti.

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